Hábitos contra el dolor en articulaciones

Hábitos contra el dolor en articulaciones

La mayor esperanza de vida, unida al sedentarismo y a los cambios de hábitos que favorecen el sobrepeso y la obesidad, ha originado un claro aumento de las enfermedades de las articulaciones, siendo la artrosis la principal de ellas. Cada vez se diagnostican más enfermedades inflamatorias articulares, comúnmente llamadas «reuma».

Existe mucha confusión con el término «reuma», pues suele referirse a cualquier dolor originado en el aparato locomotor, cuando no existe una única enfermedad, sino muchas a las que llamamos «enfermedades reumáticas». Su etiología, diagnóstico, evolución, tratamiento y pronóstico son muy distintos en función de la enfermedad de que se trate. Dentro de este término, sólo se excluyen los traumatismos del aparato locomotor.
En España, unos 4 millones de personas padecen alguna de estas enfermedades. La prevalencia aumenta con la edad, siendo en este caso los procesos degenerativos (artrosis) y del metabolismo óseo (osteoporosis) los más frecuentes.

El «síntoma principal» de estas enfermedades reumáticas es el dolor articular, al que se añaden en ocasiones inflamación y deformidad, e incluso limitación en el movimiento de las articulaciones afectadas, rigidez y pérdida de capacidad funcional.

Existe una idea generalizada de que el «reuma» no se cura, y no es cierto. Hay enfermedades reumáticas que, con un adecuado diagnóstico y tratamiento, pueden curarse, y un ejemplo de ello es la gota; sin embargo, otras como la artrosis son crónicas o de evolución larga, lo que no impide que una serie de medidas preventivas y un tratamiento adecuado puedan frenar su evolución y aliviar y minimizar los síntomas.

La dieta es fundamental. No importa sólo cuánto y qué comemos, también importa lo que no comemos. La dieta mediterránea se ha relacionado con una menor frecuencia de artritis reumatoide. El pescado rico en ácidos grasos omega 3 y las frutas y verduras ricas en vitaminas antioxidantes pueden compensar el efecto oxidante de la inflamación, además de reducir el riesgo cardiovascular, el cáncer y la diabetes. Una dieta con las cantidades adecuadas de calcio acompañada de un ejercicio suave como caminar ayudará a prevenir la osteoporosis. Una dieta adecuada y la realización de ejercicio regular favorecen el normopeso y mejoran el movimiento (los dolores articulares aumentan con el sobrepeso).

Además de la dieta, es importante evitar el sedentarismo y realizar ejercicio aeróbico (caminar, andar o montar en bicicleta) para aliviar el dolor, mejorar la movilidad articular, fortalecer la musculatura, estimular la formación de hueso nuevo y mejorar el sueño y el estado psicológico de los pacientes. Es importante elegir un ejercicio que nos agrade, empezando poco a poco para acostumbrarnos. Si se puede realizar en compañía es más divertido y es una motivación más que ayuda a no dejarlo. Lo mejor es empezar con un calentamiento gradual y, al finalizar, realizar estiramientos.
Existen también tablas de ejercicios específicas para distintas articulaciones, cuello, hombros, espalda, cadera, rodillas, etc. Los ejercicios deben realizarse lentamente, de manera que no se produzca dolor o, si el dolor existe, que no aumente. La frecuencia ha de ser diaria, 2 o 3 veces al día durante unos 10 minutos por sesión. El dolor no debe ser motivo de abandono, y al final el esfuerzo tiene su recompensa. Con esto conseguimos no sólo mantener la flexibilidad, sino también evitar la atrofia muscular. La perseverancia es la clave del éxito.

Deben evitarse los malos hábitos posturales, que desequilibran el peso sobre el aparato locomotor.
Las personas con dolor o inflamación de rodillas no deben realizar actividades que originen sobrecargas, como caminar mucho tiempo por terrenos irregulares, transportar grandes cargas o deportes que exijan mucho esfuerzo articular.

Debe usarse un calzado amplio y cómodo, e incluso con plantillas que mitiguen el contacto con el suelo. No usar tacones, los zapatos de tacón alto favorecen cambios degenerativos articulares en el pie y la rodilla. Tampoco se recomienda el calzado plano (lo más indicado es que lleve una pequeña cuña).

En resumen, dormir adecuadamente, no fumar, evitar el alcohol, realizar ejercicio físico suave de forma regular, estar bien alimentado e hidratado de forma adecuada y evitar el sobrepeso nos ayudará a mantener en mejores condiciones las articulaciones.